La evolución del juego infantil
El juego infantil ha formado parte del ser humano a lo largo de toda su vida y siempre ha estado presente durante la historia del hombre.
Ya desde la prehistoria, los niños se entretenían con arcos más pequeños de lo habitual para así jugar, y a la vez aprender a cazar, imitando a sus antecesores.
En la antigua Grecia aprovechaban el buen clima mediterráneo y se divertían más al aire libre dejando de lado utensilios y aprovechando al máximo los elementos que la naturaleza les ofrecía como el agua, el bosque o los animales, propiciando así la actividad motriz.
Bastante más tarde, en la época industrial, era totalmente normal que los niños trabajasen. así que, el juego infantil quedó relegado a un segundo plano llegando incluso a estar mal visto por dedicarle un tiempo que iba a resultar poco productivo.
Como es lógico, el juego ha ido evolucionando con la humanidad en función de las necesidades y costumbres de la sociedad en la que se encontraba, y una gran prueba de ello se encuentra en la actual forma de jugar de los más pequeños.
Hoy en día tu hijo seguramente dedique menos tiempo al juego del que tú le dedicabas, ahora es normal que el tiempo de ocio que tú tenías para jugar, tu hijo lo dedique a actividades extraescolares que le ayuden a mejorar en ciertos ámbitos o a reforzar lo aprendido en la escuela para que pueda tener un futuro mejor. También la tecnología que le ha rodeado desde que ha sido bebé ha propiciado este cambio en el juego infantil tan considerable.
Estos nuevos juegos tecnológicos fomentan la individualización y la sedentarización de los pequeños, por lo que hay que fomentar más el juego al aire libre, con otros compañeros y que ayuden al ejercicio físico.
No se trata de sumergir a tu hijo en una burbuja donde no estén presentes las consolas, las televisiones, los ordenadores o los teléfonos móviles, simplemente deberías guiar a tu hijo para que, en sus momentos de ocio, compagine los dos tipos de juego, haciendo que ambos sean complementarios.
Los juegos tradicionales VS los juegos con tecnología.
Los dos tipos de juegos infantiles que hemos comentado, los juegos tradicionales y los juegos con tecnología, tienen sus pros y sus contras.
En el caso de los juegos que se llevan a cabo a través de las nuevas tecnologías, tu hijo puede fomentar la capacidad de perseverancia, desarrollar su habilidad para solucionar problemas e incluso, con los nuevos juegos de las videoconsolas donde el niño participa de forma física, también puede desarrollar su actividad motriz y llevar una vida saludable con ejercicio. Por el contrario, este tipo de juegos suelen favorecer al particularismo donde tu hijo difícilmente aprenderá a compartir, respetar y socializarse.
Por otro lado, los juegos tradicionales al aire libre y con más niños, ayudarán a tu hijo en el aprendizaje de ciertos valores como el perdón, la amistad, la tolerancia o la superación, y lo mejor de todo es que lo estará aprendiendo sin darse cuenta, solo jugando. También le ayudará a entender y aceptar que en la sociedad hay normas y reglas que hay que cumplir y seguir. En el lugar opuesto, y es por lo que más se ha dejado de lado la práctica de este tipo de juegos, es la menor seguridad en el terreno de juego con respecto a los anteriores y por la acumulación de tareas que se les asignan a los niños en su tiempo de ocio.
En el equilibrio está la perfección, por eso hay que dejar que los pequeños jueguen a la manera tradicional y también con las nuevas tecnologías pero, sobre todo, lo más importante es dejar que tus hijos jueguen, que para eso son niños con la obligación de divertirse.